Pues sí, todo llega! Después de un año intenso sorteando y lidiando todas las vicisitudes que la vida nos ha deparado, llegan las merecidas vacaciones. No sé si os pasará a vosotras también pero el momento de hacer las maletas a mí me pone de los nervios. ¿Por qué será que también nos suele tocar a nosotras la tarea de hacer las maletas?
Días antes yo ya empiezo a hacer una lista de todo lo que nos tenemos que llevar para que nada se olvide pero aún así cuando llega el momento de hacer las maletas, no me aguanto ni yo. Y eso que desde que mis hijos son pequeños ya les enseñé a que colaborasen poniendo en un montoncito lo que se van a llevar por lo que luego no vale decir eso de que no les he llevado eso o aquello, ya que cada uno elige lo que se lleva. Ellos preguntan por los días que vamos a estar fuera y ya calculan lo que necesitan... Están muy bien "enseñaditos".
Aunque lo de hacer las maletas tiene su "aquel", las vacaciones son necesarias para desconectar y cambiar de aires para volver con las pilas recargadas para afrontar con humor y alegría lo que nos venga a la vuelta.
Os deseo que disfrutéis y descanséis mucho y nos vemos a la vuelta.
Felices vacaciones!!!